KUTA-BALI
Llegamos al aeropuerto de Denpasar, recogimos las mochilas y en cuanto salimos nos rodearon muchos hombres repitiendo “¡taxi! ¡cheap!” "uber" después de pasar a varios ofreciéndonos insistentemente sus servicios, nos dirigimos al hotel caminando, quedaba a un poco mas de 2km, nos hospedamos en Red Doors Hotel, un hotel super bonito, con alberca y lo suficientemente cerca de la calle principal.
​
La primera impresión de Bali no fue tan buena, al llegar nos intentaron timar dos veces (por el mismo hombre) en la tienda de conveniencia en donde compraríamos la cena, aquí aprendimos que debíamos revisar 2 o 3 veces cada vez que nos daban nuestro cambio.
Al día siguiente salimos a conocer su calle principal, llena de cadenas americanas, tiendas de souvenirs, bares, restaurantes y turistas con su Bintang en mano (la cerveza más consumida en el país), vemos ofrendas en el piso con flores, dulces y cigarrillos, estas son para sus antepasados y la buena suerte, si las pisas sin querer no te preocupes que nadie te verá feo.
​
Después de pasar tiendas y spa`s donde escucharas mucho “¡taxi! ¡masage!” nos dirigimos a la playa en donde veras muchos puestos que te ofrecen camastros para pasar el rato, cerveza, comida y todo lo que necesitas para pasar el día ahí; en sí la playa no nos ha parecido tan bonita, lo que si disfrutamos fue el atardecer y encontrar a una pequeña tortuga que acababa de salir de su cascarón y se dirigía al mar.
Teníamos otro día en Kuta y decidimos pasarlo en la alberca del hotel y por la tarde recorrer de nuevo su calle principal, después de abrir nuestro amado CLAMATO (jugo de tomate con almeja, en México se revuelve con salsas + cerveza) que compramos en Singapur pasamos la tarde en la alberca del hotel y comiendo MEE GORENG fideos fritos con un poco de verdura y huevo.
Al anochecer decidimos ir a la calle principal y teníamos que cambiar dinero, aquí fue donde por tercera vez nos intentaron timar, la persona nos trató de distraer con preguntas mientras contaba los billetes, los dejaba para que los contáramos y al final los junta todos y nos los da en la mano, Daniel los vuelve a contar y se da cuenta que faltan $50USD, lo que pasó fue que al final al momento de que el hombre agarró todos los billete quito una cantidad, acto seguido nos dice que no nos va a cambiar y nos regresó nuestros dólares, esto lo contamos para que tengan mucho cuidado y cuenten dos o tres veces el dinero ¡siempre!
Kuta no nos ha encantado, posiblemente porque es complicado encontrar a alguien que desinteresadamente te quiera saludar o porque creemos que ha sido sobreexplotado para darle al turismo lo que “necesita”, pero nos quedamos con su atardecer, la pequeña tortuga que encontramos y la alberca del hotel.
​
Nos toca partir de Kuta para nuestro siguiente destino, ¡UBUD!
