NATAL
Para llegar a Natal fue una odisea de vuelos y esperas. Cartagena a Bogotá. En Bogotá esperamos un buen rato para tomar el vuelo a Lima. Varias horas y llegamos a Lima por la noche. Nos tomamos un pisco y cenamos hamburguesas en el aeropuerto. Después el vuelo nocturno a Sao Paulo. Por fin sentíamos el ambiente mundialista, mucha gente en el aeropuerto. Finalmente la conexión a Natal, en ese punto ya estaba lleno de mexicanos por todos lados, México jugaría su primer partido en Nata, al fin llegamos y una van comunitaria nos dejó en el hostal, PONTA NEGRA es el nombre de la zona de Natal donde nos hospedamos, zona de bares, restaurantes y hermosa playa con las dunas al fondo; el cuarto bien, aunque sin mucha ventilación, baño adentro, con cocina comunitaria en la que guardábamos nuestras cervezas y a cierta persona se le hizo fácil tomar una, pero antes de que María fuera a armar un pleito (porque la cerveza es sagrada) el hombre nos dio una de las suyas y aunque de lata (preferimos vidrio) la aceptamos.




Natal es muy bonito, algo que nos sorprendió pues no sabíamos nada de este lugar, ahí rentamos una mesa en la orilla de la playa y compramos todo para hacer nuestro tradicional ceviche con cerveza helada que íbamos a comprar a la tienda, mucha gente se nos quedaba viendo y se acercaba porque se les hacía extraño que estuviéramos preparándolo ahí mismo, pasaron a ofrecernos CAIPIRINHA y ahí fue donde tomamos esta riquísima bebida tradicional en Brasil hecha con limón, azúcar y cachaza, disfrutamos del atardecer y vimos como locales jugaban futbol con las dunas al fondo. En la playa había muchos carritos ofreciendo NIEVE DE AZAÍ, simplemente ESPECTACULAR, tienen que probarla, aparte de lo saludable le ponen fruta fresca y voila! El mejor postre que puedan comer

La playa espectacular, un color azul profundo y arena blanca, fuimos a correr unas 2 ó 3 veces por la playa y a la orilla de la carretera, espectacular vista. La experiencia en Natal fue inigualable. Nos cambiamos de hotel a uno frente a la playa espectacular, tv, baño, aire acondicionado, desayuno buffet, a bueno, el desayuno en el hostal también era muy rico: queso, jamón, huevos, pan, jugos naturales, leche, café, etc. Wow! Visitamos el FUERTE DE LOS REYES MAGOS al cual llegamos caminando desde el hotel, una larga caminata desde el hotel con un sol fuertísimo pero con una vista que lo valía, llegamos y en realidad no era espectacular pero tenía su encanto, vimos el gran PUENTE ATIRANTADO NEWTON NAVARRO y nos tomamos un refresco helado en un pequeño puesto, regresamos al hotel en bus, porque nos esperaba un gran día
Al día siguiente nos esperaba la inauguración del Mundial 2014 y nos preparamos con nuestras camisetas de Brasil para ir a festejar al Fan Fest, una gran fiesta nos esperaba con cerveza Brahma, Budweiser y ¡caipirinhas! Nos olvidamos un poco del presupuesto y compramos varias bebidas, disfrutamos viendo la inauguración en la gran pantalla que instalaron y festejamos hasta el final en donde algo nos iluminó y pudimos tomar el primer bus que se nos puso en frente.
Vimos como poco a poco se invadió de mexicanos Natal y cómo se llegó poco a poco el día del partido. EL JUEGO: EL MOMENTO MÁS ESPERADO HABÍA LLEGADO. Y desde un día antes un aguacero constante. Nos fuimos en taxi con otra pareja de mexicanos. Entrar al estadio, los lugares, la espera, la gente… es indescriptible. El himno, ver a los jugadores, la verdadera tensión del juego… y el momento más grande de la experiencia mundialista es el gol. El GOOOOOOL de Oribe, el que le dio razón de gastar tiempo, dinero y tanto esfuerzo a miles de personas que como nosotros habían ido hasta allí. Después de eso llegamos al hotel donde nos dieron oportunidad de bañarnos cenamos un buffet viendo ganar en la tv a Holanda sobre España. Y después a esperar a la noche para volar.



